Las experiencias con las «contorsiones» tuvieron su origen en algunos de los temas de los conjuntos de «movimientos sorpresa». Y, como en otros casos, fueron desarrolladas independientemente. Las contorsiones, por ejemplo, utilizaban cintas flexibles de plástico blanco que formaban círculos ubicadas sobre un fondo negro, sobre el cual se deformaban lentamente, accionadas por dos manivelas rotatorias con velocidades diferentes (motores de 5 r.p.m. y 4 r.p.m.).

 

El mismo principio también se aplicó con cintas de acero inoxidable pulido. Sobre un fondo rayado, reflejaban las líneas y las deformaban con su movimiento. A veces, montadas sobre un fondo blanco, a las deformaciones de las cintas se sumaba la incidencia evidente de la luz, lo que me llevó lógicamente a realizar experiencias con luz artificial dirigida.